El universo femenino de Alice Guy

Cierro el año del 150 aniversario de la pionera del cine, Alice Guy, con el último post del blog de 2023. Y es que a lo largo de este año, tras preparar el material para charlas, ver sus películas y leer sobre ella, era necesario hacer una reflexión sobre su mirada y sobre cómo representó la cineasta a la mujer en su cine, sobre todo porque Alice Guy, desde los primeros metros de película que utilizó en su vida, tuvo muy presente a la mujer y el universo femenino.

Alice Guy

El hada de las coles (1896) se toma como punto de partida del cine narrativo de ficción. Por primera vez hay una puesta en escena y una actriz que interpreta un personaje, así como una pequeña historia. En ella se narra la fábula que se les contaba a los niños franceses para explicarles de dónde venían los bebés, y esos bebés los hacía nacer un hada en las coles o repollos. Bien, así que en este primer filme del cine, una directora decide hablar de algo propio de las mujeres como es la creación de vida, como es el dar a luz a los bebés y por tanto el espacio doméstico; y a la vez reivindica la figura de la mujer como creadora, como persona activa en la creación, como si la varita del hada fuera la batuta que dirige una orquesta o, en el caso de Alice Guy, una película. Podríamos decir que es el primer ejemplo de female gaze en el cine, mucho antes de que nadie definiera dicho concepto, cuando el lenguaje cinematográfico ni siquiera se hubiera inventado y el cine apenas había visto la luz. Tal vez porque para tener una mirada de mujer, solo haya que ser una y con la obra de Guy queda patente que si las mujeres hubieran hecho más cine el relato hubiera sido muy diferente.

A partir de aquí Alice Guy, hasta en las comedias más burdas, extravagantes y exageradas, va a dar un papel primordial a las mujeres que serán protagonistas de muchas de ellas, ya hablé de ello en el post que le dediqué a sus comedias. Mucho antes de que el cine se volviese conservador y burgués, las comedias físicas causaban sensación y Guy les dio a las actrices papeles protagonistas para interpretar a mujeres muy activas, papeles muy físicos que rompían con los estereotipos de cómo debía ser o comportarse una una mujer. Una de esas películas fue La mujer de los antojos (1907), donde una embarazada (tal vez la primera embarazada en protagonizar una película) se va antojando de todo lo que no debe hacer, desde beber vino hasta fumar, robando a los que pasan por la calle y sin ningún tipo de pudor o arrepentimiento. Una comedia descacharrante que dinamita el tradicional gusto burgués.

La mujer de los antojos (1907)

Malas madres, madres coraje, costureras, niñas que atrapan ladrones, mujeres que tienen que lidiar con colchones borrachos… todas son ejemplos de mujeres protagónicas en los primeros cortos de la pionera. Un universo femenino plagado de mujeres de todo tipo de condiciones, los estereotipos más perversos todavía no habían llegado a una gran pantalla, que solo era atractivo para las clases más bajas de la sociedad.

¿Las primeras lesbianas en pantalla?

No dejamos pasar el hecho de que Alice Guy fue una mujer educada en el siglo XIX, en colegios católicos, y es por ello que nos asombra más algunas de las decisiones que tomó en sus primeros filmes. En 1900, en su corto Les Fredaines de Pierrette, utiliza un curioso juego de travestismo. En la historia hay dos personajes masculinos, Pierrot y Arlequín y un personaje femenino, Pierret, pero todos están interpretados por mujeres y no hay ningún intento en «disimular» este hecho. Por lo que, al final, cuando Arlequín y Pierret, terminan su danza y se funden en un beso, lo que vemos es a dos mujeres bailando y a dos mujeres besándose en los labios, lo que quería conseguir con aquello Alice Guy, no lo sabemos, pero fue la primera vez que dos mujeres se besaron en una película.

Les Fredaines de Pierrette (1900)

Si pensamos en el «remake» que hizo de El hada de las coles, Una mujer de clase media (1092), llama poderosamente la atención, de nuevo, la elección del reparto. En esta ocasión, el argumento se complica y ahora vemos a un matrimonio que va al hada de las coles a por un bebé, sin embargo, en lugar de elegir a un actor y a una actriz, son dos actrices las que encarnan al matrimonio y la que hace las veces de marido va vestida con un singular atuendo de campo, que no es el masculino por excelencia de traje de tres piezas, ni siquiera lleva una peluca o un bigote postizo, para dar más la apariencia de un hombre de la época. No, no hay ninguna intención de intentar que creamos que realmente es una pareja heterosexual la que quiere el bebé.

Una mujer de clase media (1092)

Las consecuencias del feminismo (1906)

Esta es una de sus películas más famosas y una de las más audaces. Incluida dentro de las comedias y poniendo patas arriba todos los valores más conservadores de la época, el filme narra cómo sería el mundo si los hombres se comportasen como mujeres y las mujeres como hombres. En esta ocasión, solo cambian los comportamientos, es decir, los actores visten como hombres de la época, aunque tomen el rol de mujeres, y con las actrices igual. De esta forma se hace visible la violencia con que los hombres tratan a las mujeres. Al ver a los hombres subyugados, violentados, acosados, agredidos y sumisos, se pone de manifiesto la realidad de las mujeres en la sociedad y cómo es su opresión. Guy utiliza la comedia de forma muy inteligente para denunciar el sistema patriarcal.

Las consecuencias del feminismo (1906)

No sabemos hasta qué punto ella era una mujer muy feminista, lo que está claro es que las propias decisiones que tomó en su vida, nos lleva a pensar en que fue una mujer como mínimo que cuestionaba la vida que se esperaba para las mujeres y su posición. Ella desde muy joven tuvo que trabajar para ganar dinero, pero de su trabajo hizo una carrera profesional que no abandonó cuando se casó.

Alice Guy en 1896

Era una mujer que dirigía equipos de hombres y que se casó con un hombre que era 9 años más joven que ella y que cuando se conocieron ella estaba en una posición de poder respecto a él. Herbert Blachè era prácticamente un becario recién llegado a Gaumont mientras que Alice era directora creativa. Sin embargo, el poso de la educación tradicional decimonónica, la llevó a hacer la vista gorda a las infidelidades de Blachè en EE.UU. y a perseguirle a Hollywood e intentar hacerle volver, cuando él se marchó con una actriz a las soleadas tierras californianas.

Si poco a poco las mujeres dejaron de ser protagonistas de este tipo de comedias, fue porque los tiempos fueron cambiando, el público también y el poder de la imagen se utilizó para mostrar modelos de conducta aceptables y aceptados por la sociedad. Así que las mujeres fueron siendo relegadas a papeles que fueran ejemplo y que encajaran con los valores más tradicionales que fueran sumisas, delicadas, bellas y pasivas, menos mal que Alice Guy nunca sucumbió a ello y hasta el final sus mujeres fueron fuertes, valerosas, humanas, divertidas, aberrantes, activas y decididas.

The Ocean Waif (1916)

En sus películas más primitivas y sus comedias más alocadas en Francia, las mujeres eran protagonistas y cuando no lo eran, constituían personajes activos, decisivos y con bastante presencia. Esto no cambió en su cine estadounidense. Un cine más evolucionado a nivel narrativo en el que probó todo tipo de géneros y en el que las mujeres siguieron teniendo mucho protagonismo, desde la niña de Fallen leaves (1912), pasando por la mujer casada de Una casa dividida (1913). Su género favorito, el drama romántico, también se benefició de interesantes personajes femeninos que son definidos por ellas mismas y tienen su propia trama compleja, como The Great Adventure (1918) o su última película Tarnished Reputations (1920).

The Great Adventure (1918)

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